Desarrollo curricular El currículo es un componente esencial de cualquier proceso educativo. En los inicios del siglo XXI, los sistemas educativos deben enfrentarse a los desafíos de la globalización y de una economía crecientemente basada en el conocimiento y las tecnologías, mientras que al mismo tiempo necesitan apoyar la construcción de una sociedad más igualitaria e inclusiva, fortalecer la cohesión social y alentar a las culturas locales a sostener un sentido de identidad y pertenencia. Las autoridades nacionales de educación se enfrentan pues al desafío de lograr que los currículos respondan a nuevas y complejas demandas mediante el desarrollo de habilidades y de competencias relevantes tanto para las necesidades locales como para las globales. Para eso, se exploran múltiples soluciones para mejorar la calidad de los resultados de aprendizaje contemplando diversidad de enfoques y estrategias de enseñanza y de aprendizaje. A estos desafíos, cabe sumar ciertas necesidades específicas y relevantes en los procesos actuales de desarrollo curricular en algunos países o regiones, tales como los objetivos de la lucha contra la pobreza y la exclusión social, la promoción de la cohesión social o la educación para el desarrollo sostenible, a sabiendas de que la educación tiene un impacto complejo pero evidente sobre los procesos sociales asociados a estos objetivos. El desarrollo curricular, básicamente entendido como la definición de políticas que orientan los modos de intervención para que aquellos conocimientos que se determinan como necesarios sean enseñados y aprendidos, implica superar la comprensión tradicional de los currículos como simples planes de estudio o listados de contenidos prescritos. Crecientemente se discute que, para fomentar el aprendizaje de manera efectiva, además del contenido, hay que ajustar permanentemente las estructuras (tiempos, espacios, personas, conducción, entre otros aspectos) y los métodos educativos a los cambios que se generan en la ciencia, la tecnología, la cultura, la economía y la vida social. Por otra parte, la creciente participación de los países en evaluaciones internacionales de conocimientos y de habilidades/competencias expone al desarrollo curricular a cuestionamientos públicos y, en ocasiones, las autoridades intentan darles solución revisando y ajustando sus sistemas educativos y adoptando como referencia “buenas” prácticas y políticas, así como “estándares” internacionales. En general, existe la necesidad de incrementar los intercambios de experiencias sin una intencionalidad de modelización, aprendiendo tanto de los éxitos como de los fracasos y sacando provecho de las experiencias y tradiciones locales. MAS AQUI